La peor fue la Peste Negra que cobró la vida de 200 millones de personas entre 1347 y 1353. Sólo Europa perdió a un tercio de su población. La causa fue una variante de la bacteria Yersinia Pestis cuyo vector eran las pulgas que se alojaban en ratas, gatos, perros y también en telas. El primer brote comenzó en Asia y se extendió a Europa a través de las rutas comerciales de los marinos, desatando la muerte desde el puerto italiano de Mesina.
La enfermedad era una mezcla de peste bubónica y neumónica. Se le llamó Peste Negra o Muerte Negra debido a las manchas, bubones y al aspecto producido por la gangrena en los dedos de manos y pies, sumado al hedor cuando se rompían los ganglios linfáticos inflamados. Cuando surgían dichos bubones y manchas negras, la vida del enfermo terminaba al cabo de unos cinco días de agonía en la mayoría de los casos.