Después de la elección de los discípulos, Jesús les dijo: «¿Realmente me conocen? En verdad les digo: nadie entre la gente de vuestro entorno me va a conocer».

Cuando los discípulos oyeron esto comenzaron a enojarse y a blasfemar contra Jesús en sus corazones.

Cuando Jesús se percató de su incomprensión, les dijo: «¿Por qué se han agitado y angustiado? Vuestro falso dios que está en sus corazones los ha inducido al enojo en vuestras almas. Aquel de entre ustedes que se considere fuerte entre los hombres que se mantenga erguido ante mi faz».

Y todos ellos dijeron: «Nosotros somos fuertes». Y sus espíritus no osaron erguirse ante él, excepto Judas Iscariote. Jesús se percató de que Judas estaba pensando en otras cosas excelsas y le dijo: «Apártate de ellos; yo te revelaré los misterios del reino. Tú puedes alcanzarlos, pero puedes sufrir mucho, pues otro ocupara tu lugar a fin de que los 12 discípulos se completen ante su dios. Tú serás el decimotercero y serás acusado por el resto de las generaciones. Llegarás a dominar sobre ellos».

Al día siguiente de estos sucesos, Jesús se manifestó a sus discípulos y les preguntó: «¿Qué clase de gente son los sacerdotes?»

Los discípulos respondieron: «Algunos sacrifican a sus propios hijos, otros a sus mujeres, mientras que entre ellos se honran y se humillan. Otros yacen con varones; otros cometen homicidio; otros cometen una multitud de pecados con desprecio a la ley. Y los hombres que están ante el altar invocan tu nombre, y mientras ellos se hallan inmersos en todas las obras de su deficiencia, se van realizando sus sacrificios».

Después de decir estas cosas se callaron conmocionados.

Jesús les dijo: «¿Por qué se han conmocionado? En verdad les digo que todos los sacerdotes que están delante de aquel altar invocan mi nombre y en mi nombre han plantado árboles que no dan fruto. Vuestro falso dios usurpará mi nombre y generaciones de gentes piadosas perseverarán con él. Pero es el Señor, el Señor que está por sobre el Universo, el que dictamina: “En el último día serán avergonzados”».

Dijo Judas a Jesús: «¿Qué harán aquellas generaciones de sacerdotes?».

Dijo Jesús: «En verdad te digo, Judas, que los que ofrecen sacrificios a ese falso dios producen toda obra mala. Pero tú los sobrepasarás a todos, pues sacrificarás al hombre que me reviste. He aquí que todo te ha sido revelado».

PASAJES DEL EVANGELIO DE JUDAS