Las bases militares de clonación humana están ubicadas bajo tierra y se matienen en el más estricto secreto. Las salas de crecimiento son los laboratorios donde los clones se cultivan en tubos de vidrio apilados en la oscuridad, flotando en líquido. Cinco meses se demoran los especímenes en completar su cuerpos. Al final, se selecciona a los aptos y se desecha a los imperfectos.